¿Cómo calentar los pies en otoño e invierno?

La temporada de otoño e invierno puede ser fría y lluviosa. Tal clima puede ser especialmente problemático para nuestros pies, que tienden a congelarse durante los paseos. Los pies, al igual que las manos, carecen de grandes músculos o de reservas de tejido graso, lo que los hace más propensos al frío. Durante el otoño y el invierno, debemos cuidarlos especialmente. ¿Cómo proteger adecuadamente los pies del frío?

Protección de los pies contra el frío

La principal protección para los pies contra el frío son los zapatos. Los zapatos de invierno deben tener un forro cálido y una suela que proteja del frío del suelo. Además, es recomendable elegir calzado de invierno hecho de materiales naturales, como el cuero de grano o el ante, que aseguren una buena ventilación para los pies.

El segundo elemento esencial para mantener los pies calientes durante las caminatas invernales son los calcetines. Aquí tienes algunas sugerencias de calcetines calientes que no decepcionarán a los más frioleros:

Calcetines de lana merina – sus fibras son duraderas, densas, resistentes a la humedad, cálidas y suaves al tacto; además, la lana merina tiene propiedades termoactivas,
Calcetines outdoor – su diseño deportivo garantiza un manejo efectivo de la humedad y retención de la cantidad adecuada de calor; además, son muy cómodos y a menudo tienen una forma contorneada,
Calcetines de lana de oveja – sus propiedades térmicas son incomparables: son definitivamente los más gruesos y cálidos, pero son más adecuados para usarlos en casa (pueden ser demasiado gruesos para usarlos con zapatos).

Si a pesar de usar el calzado adecuado y ponerse calcetines calientes, seguimos teniendo los pies fríos, vale la pena considerar protección adicional en forma de plantillas de invierno. Tenemos disponibles plantillas de fieltro duraderas y suaves, plantillas más delgadas y mejor aisladas con papel de aluminio o plantillas de lana de oveja.

Tratamientos para calentar los pies

A veces, los pies se enfrían incluso cuando estamos en una habitación calefaccionada. ¿Qué podemos hacer en tales casos?

El primer método para calentar los pies en casa es un baño de pies. Para el baño necesitarás un recipiente con agua tibia, sales de baño y aceites esenciales naturales que calientan, como aceite de pino, aceite de romero, aceite de clavo, aceite de canela, aceite de naranja o aceite de salvia. Estos aceites también pueden usarse para un masaje calentador de pies, que debe hacerse (preferentemente antes de acostarse) para estimular la circulación sanguínea. Frotar los pies de manera rápida e intensa puede tener un efecto similar. Algunas personas utilizan un cepillo con cerdas naturales para esto.

Los métodos anteriores deberían ser efectivos. Puedes elegir uno de ellos o, si es necesario, usar todos en secuencia. Recuerda que después del baño, masaje o cepillado de los pies, es recomendable ponerse calcetines de lana y calentarse bajo una manta gruesa con una taza de té caliente (puedes agregar miel, jengibre o frambuesas al té). Este tratamiento no solo nos calienta temporalmente, sino que, si se usa regularmente, puede fortalecer la inmunidad y eliminar por completo el problema de los pies fríos.