¿Pronador o supinador? ¿Cómo se distribuye el peso en tus pies?

La pronación también se conoce como rotación interna, que puede afectar tanto a los pies como a los antebrazos. En este artículo explicamos qué es la pronación de los pies, cómo reconocer sus tipos y qué hacer cuando la pronación es insuficiente o excesiva.

La pronación es la rotación del pie en la articulación del tobillo que ocurre cuando el peso del cuerpo se transfiere de la parte posterior a la parte anterior del pie. Es un mecanismo completamente natural que proporciona la amortiguación adecuada al pie y permite que se adapte a la superficie sobre la que caminamos.

Según el grado de pronación del pie, se dividen en tres grupos:

Pie neutral: el arco del pie se encuentra a la altura correcta, y el pie amortigua adecuadamente,
Pie pronado: el arco del pie está bajo, y el peso del cuerpo durante el movimiento recae sobre la parte interna del pie (conocido como pronación excesiva o rotación interna),
Pie supinado: el arco del pie está elevado, y el peso del cuerpo presiona más sobre el borde exterior del pie (conocido como rotación externa).

En cuanto a los pies con pronación neutral, proporcionan una amortiguación natural, como cuando caminamos o corremos descalzos, en zapatos minimalistas o en cualquier otro calzado sin amortiguación. La mecánica del pie en este caso es fluida y sin esfuerzo.

¿Por qué es importante saber si eres pronador o supinador?

Si pronas o supinas, el peso del cuerpo se distribuye de manera desigual en las plantas de los pies, lo que puede causar dolores en los tobillos y las rodillas, además de contribuir a lesiones. Estas lesiones son especialmente peligrosas para los supinadores, que pueden tener dificultades para estabilizar los pies al caminar o correr.

¿Cómo verificar el grado de pronación de los pies?

La pronación de los pies es determinada por un fisioterapeuta, quien, utilizando dispositivos especiales (un plantógrafo – impresión del pie con tinta en papel o un podobaroscopio – prueba computarizada), analiza la posición de los pies mientras caminas o estás de pie. El resultado de la prueba indica el grado de pronación de los pies y, si es necesario, permite ajustar las plantillas ortopédicas adecuadas.

En algunas tiendas deportivas modernas, puedes utilizar una cinta de correr equipada con cámaras que verifican las tendencias de movimiento de los pies mientras corres. Sin embargo, debemos ser cautelosos con los consejos de los vendedores, ya que pueden animarnos a comprar zapatos para correr con un perfil especial para pronadores para ganar su comisión.

Por supuesto, es bueno saber antes de comprar calzado deportivo si tales zapatos especializados serían adecuados para nosotros, pero primero debemos verificar el diagnóstico del vendedor con pruebas y la opinión de un especialista. También recordemos que, si corremos de manera natural, no necesitamos preocuparnos por el grado de pronación. Los zapatos minimalistas, utilizados en el entrenamiento de barefoot running, son adecuados tanto para pies pronadores, supinadores o pronadores neutros.

Hay otra forma de verificar el grado de pronación, pero no debemos sacar conclusiones definitivas de ella. Se trata de hacer un autodiagnóstico al imprimir el pie sobre papel (presionando un pie mojado o pintado sobre una hoja). Si se imprime toda la superficie del pie (una huella de pie plano), puede indicar rotación interna. Si solo se imprime los dedos, el talón y una línea delgada que los conecta en el exterior del pie, podemos estar tratando con rotación externa (supinación).

Si tienes dudas, recuerda que existen clínicas especializadas donde puedes someterte a pruebas computarizadas. Con esta visita obtendrás información sobre las causas de la pronación excesiva o insuficiente y recibirás la ayuda necesaria para corregir la afección.